"Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado". (Heb.
4:15)
Dios dijo que tomaría carne como Jesucristo.
Dios ya describió Su carácter (ex Exo.
34:6-7). Él es santo, amoroso, misericordioso, justo,
paciente, sabio y generoso. Jesús vivió una vida perfecta mostrando todos esos
atributos. Antes de ejecutar a Jesús, Poncio Pilato le dijo a
la multitud: "No encuentro culpa alguna en él". Ponemos lo que Jesús dice acerca de la salvación
en primer lugar porque Él es Dios y Él es la persona más confiable
que jamás haya existido.
Aunque humanos y sin duda aún
pecadores, Dios inspiró a los Apóstoles a vivir
irreprensiblemente por causa del Evangelio. Nadie podía
acusarlos de ningún otro mal que el de compartir el Evangelio.
Jesús advirtió que la gente malvada atacaría y encarcelaría a los
seguidores del verdadero Evangelio. Se burlaron
de los apóstoles, los golpearon
y, a veces, los mataron.
Se mantuvieron fieles hasta el final.
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo". (1 Juan 4:1)